13 Jun Drive
Drive
2018
Han pasado más de 100 años desde que Albert Einstein desarrolló la teoría de la relatividad en la que destacaba que la velocidad de la luz conecta el espacio con el tiempo. Por ello, no solo viajamos en el espacio, también viajamos en el tiempo. Envejecemos, nos rodeamos de imágenes generadas por los recuerdos y en nuestro presente todo lo que vemos es pasado. La paradoja resulta inquietante y se configura como uno de los puntos de partida de esta exposición.
Investigar sobre la velocidad y los destellos de las imágenes nocturnas ha abierto el camino para realizar 466 kilómetros a bordo de un coche en días diferentes. El objetivo ha sido iluminar la oscuridad y hacer visible lo invisible: lo que nuestro ojo no ve, pero las fotografías enseñan. La noche, estática, adquiere movimiento cuando la cámara atrapa las luces que estallan en una red imbricada, densa y múltiple de colores y distorsiones.
Comprender el sentido de la vista y los fenómenos ópticos implica hacerse preguntas y experimentar: lo que nuestros ojos ven es muy limitado y frente a nosotros lo real convive con lo ilusorio. Otra contradicción turbadora que se muestra en las fotografías de DRIVE.
Pepo Argilaguet ha conducido 466 kilómetros para encontrar objetos que se materializan en colores y grafías imposibles solo cuando el hábil fotógrafo dispara. La luz vive en las tinieblas, pero no se manifiesta de manera evidente: hay que buscarla. Deberíamos recorrer esa misma cifra: 466 años luz para encontrar un mundo en el que prácticamente no se refleja la claridad. WASP-104b es el planeta más oscuro que jamás se ha encontrado. Su color carbón sólo destaca en la noche del espacio por su sombra, sombra que revela lo que no se ve. Un hecho similar al que ocurre en algunas de estas fotografías en las que las imágenes flotan a la deriva del mismo modo que cuando después de un sueño las recordamos, pero no las vemos. Los objetos y sus luces se convierten en estelas y son efímeras (porque son rastros de lo que ha pasado), pero a la vez son eternas (porque se anclan en la memoria) [1].
En esta exposición, nuestros sentidos se apartan de la realidad inmediata en un ejercicio de abstracción en el que luz, movimiento y velocidad van de la mano.
Más de 100 años han pasado también desde que comenzó la electrificación del mundo, primero con luz de gas y después con luz eléctrica. Antes, sin electricidad, la noche era muy oscura. Ahora lo es menos… o no…
[1] Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: estela1. Del lat. aestuaria, pl. n. de aestuarium ‘agitación del agua’. 3. f. Rastro o huella que deja algo que pasa / estela3 Del lat. stela, y este del gr. στήλη stḗlē. 1. f. Monumento conmemorativo que se erige sobre el suelo en forma de lápida, pedestal o cipo.
Esther Lozano
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