17 Sep 1000 PERFILS
1000 PERFILS
(2018-2025)
Vivimos inmersos en un ecosistema digital en el que cada persona es reducida a un perfil. Nombre de usuario, representación visual, publicaciones, likes y comentarios: fragmentos de presencia que construyen una identidad aparente. 1000 Perfils no sólo alude a la multiplicidad de estas identidades, sino también al vacío que las atraviesa. ¿Qué hay detrás de cada perfil? ¿Qué esconde lo que se muestra?
Las redes sociales se han convertido en espacios de representación y control. Lejos de ser una ventana abierta a la libertad de expresión, funcionan como dispositivos de control –como ya anticipaba Michel Foucault–, donde el poder no es visible pero opera de forma constante. Los algoritmos observan, clasifican, dirigen la atención y silencian. No hace falta que exista un vigilante físico: el sistema ya lo hace solo y lo hace mejor.
Este proyecto plantea una exploración crítica y reflexiva del rastro que dejamos en el mundo digital. El vacío se hace presente no sólo como ausencia, sino como exceso de presencia: perfiles saturados de imágenes que ocultan el silencio interior, el miedo a no ser, a no existir. Mil perfiles que gritan para ser vistos, pero que a menudo no dicen nada. Mil rostros sin voz propia.
1000 Perfils habla del deseo de pertenecer, de la angustia de ser olvidados en un flujo constante de contenido y de la paradoja de vivir más pendientes de nuestra proyección digital que de nuestro estar en el mundo. Cada uno de los perfiles aquí presentados interpela al visitante desde esta ambigüedad: son presencias y ausencias a la vez, trazos de un yo que se proyecta, pero que también se pierde.
En este universo de conexión constante, el proyecto invita a preguntarse: ¿quién nos mira? ¿Quién nos configura? ¿Qué queda de nosotros más allá de la superficie deslizante de la pantalla? Y, sobre todo, ¿qué hay debajo de estos mil perfiles?
Màrius Domingo, comisario y crítico de arte
Con una pandemia de por medio, el proyecto 1000 Perfils se ha desarrollado de forma sosegada, sin prisas, consciente de que fotografiar a 1000 personas requería de tiempo, dedicación y cierto orden. Quería que el proyecto se desarrollara en espacios diversos: unos con una vocación claramente artística y otros en escenarios neutrales. Algunos rostros ya no están entre nosotros, otros quizás hayan cambiado su apariencia y los últimos continuarán con el mismo aire.
Capturar 1000 perfiles, no sólo me ha permitido descubrir distintos aspectos corporales del ser humano, sinó también comprobar la heterogeneidad en el comportamiento de los humanos, sobre todo al ponerse ante una cámara fotográfica.
1000 Perfils surgió de forma casual en mi estudio de fotografía, a raíz de una toma fotográfica que hice a una clienta de su perfil y ésta al verse no se reconoció. Así empezó este ”experimento”. Entonces, como suele ocurrir en la mayoría de proyectos, éste fue derivando por diferentes caminos conceptuales hasta llegar a éste que nos ocupa: fragmentos de presencia. Màrius, en su justificación, se pregunta: “¿Qué hay detrás de cada perfil?” —Una identidad: “lo que se supone que hacen referencia a nuestras diversas impresiones e ideas”— según David Hume. Pero alejándonos de la filosofía, cada perfil me ha transmitido vivencias, conversaciones, emociones… Seguramente es el valor más preciado. Lástima que extrapolados en una imagen visual física o digital, sus perfiles, se esclavicen en un contenido vacío, enmascarando, como dice Márius, el silencio interior.
Pepo Argilaguet


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