En esta galería muestro algunas sesiones de niños y jóvenes. Es otro mundo. Pero tan emocionante y atractivo como lo puede ser un retrato de un adulto. Cada niño/niña me sorprende. Su espontaneidad. Sus comentarios en medio de la sesión, impredecibles. Sus gestos. Sus risas. Me desvelan, a medida que avanza la sesión, cuáles son sus aficiones, sus dibujos animados preferidos, su juguete predilecto. Son capaces de transmitir emociones con mucha más facilidad que los adultos, porque ellos no entienden de prejuicios. Si queréis tener una sesión de vuestros pequeños y no tan pequeños podéis pedirme cita.